Dice la canción que Cádiz es La Habana con más salero. La ciudad se sitúa en la bahía del mismo nombre, en una península rodeada por el mar unida a la tierra por una estrecha franja. Cádiz posee un aura mística, atractiva, fascinante, casi mágica. No es de extrañar que la ciudad vibre al ritmo de las olas del mar que la rodean.