01/09/2009
Diego Cantero Domenech le da un
10
Positivo:
Un hotel para quedarse.El hotel estaba muy muy bien en líneas generales. En especial, la habitación que nos asignaron era colosal, magnífica, y decorada con mucho gusto, con esa clase y elegancia que los italianos tienen de forma innata. Las dimensiones del baño y del dormitorio eran muy amplias, contando además con un magnífico vestidor independiente. Pero lo mejor te lo encuentras cuando abres la ventana, las vistas a un canal por donde pasaban numerosas góndolas del sestieri de San Marcos. Entretenidísimo para pasar el tiempo mientras esperas a que la signore se termina de azicalar. El desayuno quizás algo falto de fruta, pero por lo demás muy digno. Además está situado a un paso de la Piazza de San Marcos y a otro paso en sentido contrario de Rialto. Genial. Además, a 15 metros del hotel se encuentra el restaurante Bistro de Venice, que no os lo podéis perder. Cenita romántica a la luz de las velas, con una cocina exquisita y un servicio y bodega inolvidables.