Los Cárpatos, el Mar Negro, el Delta del Danubio, los
monasterios del norte de Moldavia, las tradiciones milenarias de la región de
Maramures, La Transilvania con la leyenda de Drácula, los vinos famosos, la
cocina tradicional y, sobre todo, la hospitalidad de sus habitantes, todo esto
significa Rumania.
Un país en el que uno se puede relajar en el litoral, puede
subir a la soledad de las montaña o bajar a cavernas profundas, puede explorar
el Delta del Danubio, o descansar en una hacienda tradicional, gozando del
sabor de las comidas y deleitándose con los vinos de aromas únicos.