Visitando al Sr. Green

Ha sido toda una lección de actores, dificilmente superables. Desde el primer instante crees en ellos, en su sufrimiento, en su mundo interior. Llegan a penetrar en lo más hondo de uno mismo. Delicada hasta el infimo detalle. Gran dirección de Juan Echanove. Merece un largo y gran aplauso.

Es una buena obra de teatro, pero la mise en scène de casi toda la primera hora se queda vacía de interes, emocion. Lamento que esta función cautiva a partir de los 40 min despuès del principio.

En pocas palabras, una de las mejores obras que he visto. los actores inconmensurables (especialmente el sr. Green) y la trama digna de levantarse a romperse las manos.

Me encantó, sobre todo el trabajo de los dos actores, son unos monstruos.

La obra ex excelente. La puesta está muy bien. El trabajo de los actores es, cuanto menos, mejorable. Evidentemente falta investigación en los personajes y el Señor Green, no llega a ser un señor judio de Nueva York, sino que más bien podría ser Don Quijote o cualquier otro personaje. No han estudiado la pronunciación de las palabras no españolas y a veces dicen realmente cualquier cosa.El manejo de la voz también es pobre y cuando deben bajar el volúmen, no se oye desde mitad del recinto. El teatro es muy bonito y la ubicación, considerando el precio, es correcta. Saludos.

"Visitando al Sr. Green" es una obra amena y entretenida. Juanjo Otegui y Pere Ponce llevan todo el peso del argumento solos interpretándola de forma muy lucida. Quizás de forma más natural Juan Jose Otegui, pero ambos bien. La primera parte más distendida, más alegre, la segunda mas profunda, más seria, más tierna. Las dos horas pasan volando. Recomendable. Al teatro le va haciendo ya falta alguna reformilla... y pasamos bastante calor. Pero la obra merece la pena verse. El público no dejaba de aplaudir y aplaudir al final. ¿Que mas se puede pedir...?.

La obra es estupenda. Otegui y Ponce (el primero, más natural; el segundo, más teatral) bordan un texto ágil, que, aunque no dice nada nuevo, consigue parecer nuevo. En lugar de una obra 'ultrasentimental', que es lo que podría parecer a simple vista leyendo el resumen de la obra, es un acertado análisis sobre la tolerancia y el amor con grandes dosis de humor y de ternura. No todo es perfecto, pero el conjunto de la obra es una maravilla. La puesta en escena, además, es para quitarse el sombrero. La luz, incluso, parece real. Y creo que poco más se le puede pedir a una obra de teatro.

Grácias,no olvidaré nunca jamaás el 01/04/06 a las 18:30 en que a la puerta del teatro aparecieron los Sres.Otegui y Ponce delante de mis ojos,el primero me dedicó 2 minutos, y mi paisano 20 inolvidables minutos, son dos señores tanto en la calle como en el escenario. Me reí, lloré y aplaudi a rabiar,el teatro chiquitín pero sus trabajadores grandiosos, y lo único que me sabe mal es no haberle pedido un autógrafo o una foto a Pere, pero éste recuerdo permanecerá grabado a fuego en mi mente y en mi corazón, de por vida. ¡Felicidades a todos!y larga vida a Atrápalo.

Sorprendido muy gratamente con la dirección novel de Echanove cuya mano se ve en todo momento. El tempo, la música, la iluminación... Otegui, magistral y Ponce, en un papel menos lucido, le da una réplica magnífica. Aplaudimos a los tres durante muchos minutos al final de la obra porque nos hicieron pasar dos horas riendo y ayudándonos a comprender algunos "pequeños" problemas de la humanidad como el semitismo y la homosexualidad. Atrápalo me facilitó una localidad estupenda en la segunda fila del patio de butacas, a pesar de que el teatro estaba a rebosar.

Una estupenda obra con una interpretación muy conseguida, especialmente Juan José Otegui, que demuestra toda la experiencia de sus muchos años de actor. Pere Ponce correcto aunque menos espectacular. Lo único malo afecta a la escenografía, pues en el escenario hay colocados unos muebles (especialmente una mesa y un sillón) que impiden ver a los actores desde las primeras filas. Por ello, durante el intermedio, se produjo un curioso baile de muchos espectadores tratando de encontrar otras localidades desde las que poder tener una visión mejor de la escena.