Visitando al Sr. Green

Nos ha encantado. Los actores son muy buenos, muy especialmente el que hace de Señor Green. Lo hace genial. Los temas que se tratan son interesantes y la obra resulta amena y con momentos muy divertidos. La recomiendo fervientemente. Los asientos estaban quizá demasiado adelante (3ª fila) pero la verdad es que el teatro es pequeño y tampoco hay demasiada opción y finalmente no nos resultó demasiado incómodo.¡¡Id a verla!!.

Me parecio una tragicomedia maravillosa, en la que los personajes se defienden perfectamente en el escenario. Hacen un trabajo maravilloso, con el que consiguen mantener la tensión de la obra en toda momoneto, contando únicamente con su presencia. El unico inconveniente es que si te tocan las entradas de lateral, hay momentos en los que no ves a los actores, al igual que si te toca la primera fila. Es una obra muy emotiva, en las que hay momentos de risa. Merece la pena ir a verla.

tanto el argumento de la obra como la actuación de los actores fue brillante y fabulosa, nos encanto a todos los que asistimos, pero también coincidimos, en que las butacas de teatro son tan incomodísimas, que la gente está constantemente moviendo para aliviar el dolor de trasero y mejorar la postura y ésto da lugar a que en algunos momentos de la representación, no se escuche bien a los actores en especial al sr. green, pero de cualquiera de las formas recomiendo ir a verla.

La soledad, la homosexualidad y el tradicionalismo religioso extremo son tratados un con grado de sutileza y exquisitez magistral. Los actores transmiten muy bien al espectador los sentimientos asociados a cada tema tratado, tanto es así que en algún momento al espectador se le puede llegar a manifestar. Destacar la ternura de Ponce, que se mete de lleno en su personaje como tan bien suele hacerlo y por último, la veteranía y saber hacer de Otegui. Absolutamente recomendable.

Excelente. Con tan sólo dos personajes, en los que magistralmente encarnan personalidades alejadas en su psicología, y con una interpretación que hace que acabes comprendiendo sus formas de vida, y a la vez amándolos. Son actores, con todo lo que de brujos y sacerdotes contienen, con esa capacidad de transformación casi real, y que consiguen traspasar la piel. Experiencia catártica, yo diría que también para ellos. Gracias, y a la dirección magistral de Echanove.

Me gustó mucho como se va desarrollando la historia, al principio no sólo son dos desconocidos los protagonistas si no que su único lazo de unión es un accidente de tráfico, el cual más que acercarlos les enfrenta, poco a poco va descubriéndose lo que les une y les separa y como se puede llegar a un nexo común vital para el entendimiento entre seres humanos. Tremendamente sensible y emocionante, por no hablar de las grandes interpretaciones de los dos actores.

Había leído las críticas antes de ir y todas eran positivas. La primera media hora de la obra me estaba gustando pero sentía que esperaba más por todo lo bueno que había leído sobre ella pero realmente cuando te engancha completamente y te hace entrar en los sentimientos de los personajes es después del descanso, y consiguen que se te llenen los ojos de lágrimas. Los actores espectaculares al igual que echanove en la dirección. La recomiendo totalmente.

Obra bien representada. Actores, decorados, iluminación, atrezzo, etc correctos. Respecto al fondo, al guión, me pareció un poco burgués en cuanto a que se dice lo que se espera oir. Un poco previsible la evolución de los personajes. El tema de los judíos está mas que visto, al igual que el tema de la homosexualidad. Faltó un poco de chispa, brillantez, magia. Faltó, sin duda un toque genial tipo Valle, Kafka, Ionesco, etc. Sólo es mi humilde opinión.

Hola!me gustaría felicitar a Juan Echanove y por supuesto a los dos pedazo de actores que trabajan en la función el taxto es genial pero sin el director y el inmenso trabajo de los actores sería muy difícil dejar al público tan a gusto como nos quedamos mi chico y yo. Eso es teatro de verdad donde se ve un compromiso real no solo con el público sino con el propio teatro, con la profesión a la que yo también adoro con locura.Un beso y enhorabuena!.

El texto es bastante sencillito, pero tierno y emotivo, sobre todo por la magnífica interpreación de Juan José Otegui y Pere Ponce, es lo mejor de la obra. El público terminó entusiamado con la interpretación de ambos. Sólo un apunte con respecto a las entradas, la taquillera del teatro nos dijo que las entradas eran de pasillo y cuando nos fueron a acomodar eran de la esquina de la fila.