9.2
Como una regadera, en Madrid
Madrid · Teatro infantil
desde$
14.932
$
8.859
- atrapalo::_discount_label
- -41%
La Escalera de Jacob, Madrid, (ver mapa)
Una vez confirmado, no se admitirán cambios ni cancelaciones
¿Tienes un bebé? ¿Y crees que todavía es muy pequeño para ir al teatro? ¡Pues olvídate de eso! La Escalera de Jacob presenta Te amo teatro, un espectáculo para padres y bebés en el que se nos muestra el proceso de creación de un espacio teatral. ¡Descubre los entresijos de las artes escénicas en familia!
Te amo es un precioso y artístico espectáculo de teatro para bebés en el que los más pequeños asistirán a la creación de un espacio teatral. Desde el escenario casi vacío verán aparecer la escenografía, el color, la voz, la música y al artista. Una forma educativa y divertida de ver cómo se imagina en el teatro.
La Escalera de Jacob Lavapiés, 9 (Madrid)
En metro: Tirso de Molina
NURIA
¡Lo recomienda!
Adecuado para ir en familia con bebés. Muy entretenido.
santiago
¡Lo recomienda!
Se nos hizo corta..muy entretenida y sobre todo captando en todo momento la atención de los peques.
Virginia
¡Lo recomienda!
A los niños les encanta y se quedan alucinados con las luces, la música, la actriz, etc. Todo fenomenal y pensado para los más pequeños!!
Myriam
¡Lo recomienda!
Fantástica nos gustó mucho, muy recomendable, Diva estaba divina, fantástica, muy cariñosa :)
Javier
¡Lo recomienda!
Segunda vez que vamos! Primero con la mayor y ahora con las dos
JESUS
¡Lo recomienda!
Estuve con mis hijos de dos años y lo pasaron fenomenal...las luces, la música, la actriz...todo es una maravilla para los peques!!
Francisco
¡Lo recomienda!
Fuimos con una niña de 2 años y lo pasó genial
Mateo
¡Lo recomienda!
Ideal para niños muy pequeños. Fantástica la actriz
Mario
¡Lo recomienda!
El establecimiento te dice que la obra es a las 11:30 pero que estés a las 11 para que cogas las entradas y ya de paso consumas algo en el bar , lo único que meter a unos cuantos adultos y a otros tantos niños tan pequeños y inquietos se te hace un poco agobiante , después sales a la calle y entras por otra puerta a un pequeño pero acogedor teatro en la que la actriz hace un buen papel interactuando con los niños mi hija tiene un año y no quito ojo a la función . Cuando terminó la función volvimos al bar eran ya las 12 pasadas y queríamos dar de comer a la peque , pedimos una bebida y algo para picar y aquí es cuando nos llevamos el chasco: le pedí un plato hondo o un tazón para poder volcar el potito y que nos lo calentara su respuesta es que no tenía ni platos hondos ni tazones , mi mujer le pidió que calentara 30 segundos el potito lo moviera y lo pusiera otro poco ( ya que no tenía ningún recipiente en el bar !! Increíble!!)y su respuesta fue que no sabía cuánto lo tenía que calentar al final pasó mi mujer y cuando lo estaba calentando le dice que lo saque que tiene que meter la comida ( que encima era para mi) y dijo que prefería que nos fuéramos porque tenía más comandas ( mentira había gente esperando a entrar a otro espectáculo y solo pidieron bebidas) y cuando terminó la discusión no había nadie se quedó hablando con otra chica en la barra . Al final tuvo que venir el encargado y perder 1 minuto de su tiempo en calentar el potito ya que la incompetente de la camarera NO QUISO. Me parece fatal que un sitio que hace espectáculos para los niños no sean capaces de calentar un potito , es una vergüenza como se comportó la camarera .
El teatro y la actriz muy muy bien.
La camarera sin duda me dio vergüenza ajena la manera de actuar que tuvo sin duda no volveré y no recomiendo a nadie el sitio
Patricia
no es un espectáculo para bebés. en todo caso es para niños de más de un año y medio. solo hay un momento mágico en el mi bebé de 11 meses se quedó mirando: con la luciérnaga. el resto, la actriz habla y habla y habla y los bebés se aburren. no deberían poner que es de 0 a 3 años. los bebés necesitan luces, brillos, música, sonidos... no narrativa. hay un exceso de interacción con el público que hace que la función pierda ritmo. la interacción con el público está bien si es puntual, pero, si es excesiva, aburre y se difumina el clima de la función.