Sí, quiero

Si quieres sentir un laberinto de emociones, es decir si en un momento estas riendote y al minuto siguiendo estas llorando y emocionado, se puede decir que los artistas han conseguido su proposito: Te sientes protagonista de la obra. Esto es lo que sientes, cuando tienes delante de ti, a tres actores impresionantes que dan toda su energia para que tu sientas lo mismo que ellos

La interpretación muy bien, nos gustó mucho y la recomendamos totalmente

Espectáculo original y agradable, actores entregados, quitaría un poco de sobreactuación.

Divertidísima obra con un guión y puesta en escena excelente. Un 10

Planazo para el domingo por la tarde. La obra nos encantó y fue muy barata.

Lo hemos pasado bien, un rato entretenido, los actores 4*

Una divertidísima obra con un guión muy original. Nos lo hemos pasado genial.

fui con mi esposa y los dos pasamos un rato muy entretenidos

Una obra que sorprende gratamente y te atrapa y seduce sin dar tregua ni a la emoción y a la risa durante prácticamente hora y media. Que conquista con altas dosis de humor y amor, pero también de reflexión, y una increíble combinación de recursos escénicos (canciones, bailes, proyecciones audiovisuales...). Y en especial el personaje de Corazón, que nos enseña como nadie que la vida, con sus aciertos y sus aprendizajes, solo merece la pena ser vivida con pasión, poniendo siempre toda la carne en el asador para conquistar a sus reyes, que no son otros que nosotros mismos. Que vivan las creaciones y los actos que dejan poso, y un pellizco en el alma. ¡Enhorabuena! ¡Más que recomendable!

Es una obra que dura poco más de una hora, con 3 personajes constantemente en escena y un ritmo muy muy rápido. Desde la división entre el pensamiento racional (el personaje de la mente) e irracional (el personaje del corazón), se tocan temas complicados, de forma muy bien planteada y con mucho humor. Nos ha gustado mucho, y la recomendamos. Perfecta para ir con amigos y para llevar al teatro a las visitas que vienen a Madrid (en mi caso, llevé a mis tías, que se reían a carcajadas).