Por el placer de volver a verla

El arte del teatro es estado puro. Obra bastante aconsejable para los amantes de la interpretación, con un guión hecho para trasmitir al público con maestría y sentido del humor la personalidad y los sentimientos de unos personajes que siendo los mismos en todo momento se muestran con diferente grado de madurez según las edades que se van reflejando a lo largo de la obra. Sólo dos actores y dos personajes en la obra, con un decorado minimalista hasta el extremo, son suficientes para lograr estos objetivos con éxito. La moraleja podría ser, y se puede sentir desde el público, que una madre puede que no sea perfecta, pero es tan influyente, importante y trascendente para los hijos como si lo fuera. Recomendable. Todo y en especial la interpretación.

Nada hay que no me gustara.

Excelente conexión emotiva. Solá es un genial actor con una técnica muy depurada y una conexión con las emociones asombrosa. Le pondría algún "pero" a su composición del niño como si fuese un poco memo. Oteyza estuvo correcta con destellos, aunque en su personaje el autor deja el camino libre para mayores alturas. El texto es interesante y la puesta en escena, que pretende ser sencilla, lo es, a mi gusto, en exceso. Falta una iluminación más expresiva y una escenografía menos elemental. La dirección actoral está al servicio del lucimiento ad libitum de los actores. Y bien así. Resumiendo: Un espectáculo que vale la pena ver sobre todo por el talento y encanto de su Alma Mater: Solá. Solá.

Superó mis expectativas. La obra es de una delicadeza impresionante, consigue con una sencillez escenográfica que los actores sean los únicos protagonistas, únicos y que comunican una emoción indescriptible. Divertida, tierna y maravillosa. Lástima el comportamiento del público, sonaron 5 móviles y una persona hablando en la sala. Los actores unos auténticos profesionales no hicieron alusión y siguieron agradeciendo al final a todos los presentes que se saben comportar en un teatro ¡Qué grande! Totalmente recomendable. La interpretación, la historia.

El comportamiento maleducado de cierto público.

Una obra deliciosa, muy recomendable. Una preciosa obra que te llega. La conexión con el público es inmediata y se mantiene así durante toda la representación. Dos actores que consiguen que el tiempo pase sin darte cuenta y con los sentimientos a flor de piel. Confieso que me sentí identificada con esa madre en muchos momentos y consiguieron mis risas y también alguna lágrima. ¡¡Lo que daría yo porque mis hijos tuvieran un recuerdo de mi tan humano y tan querido!! Conseguir llegarles de esa forma. Lo que sentí a través de lo que trasmitían los actores.

Los asientos son incómodos.

Un ejemplo de vida. La trayectoria reflejada en los años de ambos, cada cual, libre a su manera, supone la vida de muchos de nosotros. Personalmente me puedo ver, pero sin o con tanto dramatismo. Soy de 1945 y si la dictadura fue fácil para mí, se que para muchos de mis coetáneos no lo fue y han llevado una vida, vapuleados por algunas deficiencias. Todos nosotros seguimos viéndonos y opinando sobre lo divino y humano. Más sobre esto mismo y los errores de los hombres, a los que es necesario mencionar y no perdonar porque sí. Capacidad para llevar el hilo de la vida sin titubear.

Reserva de entradas. Quiero felicitar a Atrapalo. com por su buen funcionamiento. Hice una reserva de entradas para un teatro de Madrid, y mi sorpresa primera fue que no había que pagar por anticipado, sino que se pagaba en el momento de la recogida en taquilla del espectáculo, eso si, te piden que estés una hora antes y si no que canceles con un tiempo suficiente, y segunda sorpresa que teníamos un descuento del 40%. Con mi justificante de la reserva, llegamos a taquilla y en dos segundos tuvimos las entradas sin ningún problema. Gracias por sus estupendas gestiones. Me gustó todo.

Recomendable, desde luego. Con una puesta en escena discreta, ésta obra en apariencia sencilla subraya la importancia del amor que nos transforma con nostalgia. La interpretación de los dos protagonistas brilla intensamente y el texto profundiza con acierto en el espíritu humano, en la relación del protagonista con una madre que le legó lo esencial, ver el mundo a travñes del amor y la alegría y le convirtió en lo que es. Muy recomendable, teatro en estado puro que se mete dentro hasta mucho después de acabada la representación.

Gran homenaje. Me ha parecido un precioso homenaje a la madre y al tiempo que se nos escapa sin darnos cuenta. Ha sido como volver a saborearlo, y lo mejor de todo, con mi madre en la butaca de al lado. Todo un placer. Solo una pega, el sonido, me perdí una gran parte y mi madre por la edad no pudo oir mas que la mitad y a pesar de eso lo disfrutó. Estuvimos en la fila 16 del patio de butacas por si os sirve para solucionar lo del sonido. El argumento, la interpretación, el vestuario, la sencillez, ...

Que no se oía bien y el aire acondicionado muy fuerte.

Muy recomendable. Antes de ir a ver la obra leí los comentarios en Atrápalo, los buenos y los malos, y a punto estuve de no ir. Me alegro mucho de haber ido finalmente, la obra está genial y se la recomienda a todo el mundo con un mínimo de sensibilidad. Escenas muy divertidas combinan con otras altamente dramáticas en una obra genial de principio a fin. Si estás dudando, no te lo piensen, por sólo 12? (eso pagué yo al menos) puedes ver una función inolvidable. La obra en general, Tremblay es un genio.

La parte dramática demasiado larga.

La obra es bonita pero la audición no es muy buena. La obra es bonita, a todo el mundo le gusta, le emociona... La actuación de los actores es muy buena pero... al actor cuesta entenderle, no sólo por el tono de voz sino por su dicción argentina. No sé si es la audición del teatro pero deberían mejorar ese punto. A cambio las butacas del teatro son cómodas y las cabezas no tapan el escenario. EL ritmo de la obra.

Costaba entender lo que decía el actor.