Pablo descubre de la mano de Rebeca, Alexandra y Arturo (sus propios personajes), que lo importante es luchar por lo que se cree y se ama realmente y no por lo que nos han hecho creer.
Esto exige despojarse del egoísmo, el acomodamiento y la falta de sacrificio.
A partir de textos de Sergei Belbel, Séneca, Heiner Muller, H. Hesse, el colectivo plantea la inevitable conexión que existe entre la vida real de un artista y su creación (“fantasía”). Pretexto para darle rienda suelta a esta historia, donde la posesión, los celos, el libre albedrío y la educación son conceptos que se ponen en tela de juicio.