14/01/2009
Positivo: Un hotel confortable y muy bien situado. La del hotel Tigra en Viena fue una excelente elección. Está inmejorablemente situado, en pleno centro de la ciudad, a sólo un paso de la iglesia de San Esteban, la Ópera, la Escuela de Equitación Española y los principales museos. En una calle muy tranquila, pero en plena zona comercial y rodeado de los mejores cafés y restaurantes (recomiendo el Café Central, a dos minutos a pie del hotel, maravilloso). También está muy cerca (cinco minutos a pie) de la plaza Morzinplatz, donde para el autobús para ir o venir del aeropuerto. El hotel es pequeño, pero muy confortable. Las habitaciones son espaciosas y el desayuno es bueno. Sólo un pero, el café que sirven es horrible, pero en una ciudad como Viena eso no es problema: hay tantos sitios donde tomarse un excelente "melange"... Tampoco vendrían mal unas toallas de baño un poco más grandes. Por lo demás, fantástico. La situación del hotel y su comodidad.
Negativo: El café del desayuno, por decir algo.