Elizabeth, Francis (su consejero) y Robert (su más leal confidente) se dan cita en un viejo taller de cuadros del palacio. La reina debe elegir esta noche en secreto entre tres pretendientes a aquel con quien va a poner fin a su soltería: Felipe II de España, Eric de Suecia y Enrique III de Francia. Cada uno de ellos traerá a la escena una hipótesis y agregará argumentos para que Elizabeth, mejor dicho el joven debajo de su peluca, se proponga dejar la identidad impuesta y decida recuperar su antigua vida… ¿Cómo lo hará? ¿De qué manera logrará sortear las dificultades que se le impondrán para asumir su identidad?
Personajes desopilantes que aportan delirio e intrincadas tretas palaciegas: Un hombre siniestro que pone al joven en el lugar de la reina, un amante desleal, un cantante de ópera frustrado y con deseos ocultos, tres pretendientes extravagantes que traerán risas, color y distintos puntos de vista a la escena; María Estuardo luchando por derrocar a Elizabeth de las formas más alocadas…. Estos son algunos de los condimentos que se conjugan para hacer de esta una comedia necesaria en los tiempos que corren